Jill Briscoe

-La mayoría de las personas difíciles están en soledad. Investigue lo que la Biblia dice sobre el problema, entonces aplique la verdad que aprendió Perdónelos por ser difíciles. ¡Perdónelos de nuevo! Interceda para ellos. Será dificil estar irritado con alguien cuando usted está en la presencia de Dios. Confronte la dificultad e intente hablar con ellos sobre el asunto. Una tercera persona puede ayudar a arbitrar si necesario. Entiende " por qué " la persona está comportándose como lo hace. Ámelos de manera práctica. Haga algo para ellos que no merezcan. Déle gracias a Dios diariamente para las personas difíciles en su vida. La alabanza cambia las relaciones. ¡Usted verá! Yo espero que los capítulos en este libro la ayudarán a mejorar el trato con las personas difíciles en su vidas.